Los trabajos de adecuación de las calzadas para implantar en la ciudad la red básica «pedalable» empezaron en verano y se han completado a finales del mes de noviembre.
L’Hospitalet cuenta con nuevos carriles bici segregados y carriles de uso compartido para ciclos y vehículos motorizados.
El objetivo es crear una red que permitirá conectar de manera completa, continua y segura los desplazamientos en bici por la ciudad, el objetivo es muy positivo, pero L’Hospitalet no es el Eixample de Barcelona, por poner un ejemplo.
Nuestras calles en muchos puntos de la ciudad son estrechas, y el alto índice de habitantes por kilómetro cuadrado, que viven en nuestro municipio provocan una «hiperutilización» del espacio público.
En L’Hospitalet, no es lo mismo instalar un carril bici, en la Travesía Industrial, que en la avenida Josep Tarradellas – sobresaturada de tráfico en horas punta- , o la avenida del Torrent Gornal -hablaremos en próximos días del Torrent Gornal, en que en algunos puntos, el nuevo carril bici se parece bastante al «Dragon Khan» de Port Aventura.
La rapidez en la ejecución de las obras desemboca en situaciones curiosas. En la Riera de la Creu, por ejemplo los conductores tienen que invadir el carril-bici, sin tener una visualización correcta, porqué hay coches aparcados, para poder acceder a la avenida de Josep Tarradellas.
En esta avenida los vehículos circulan a mucha velocidad, y no es nada fácil la incorporación a la vía, sin poner en peligro la integridad de la carrocería del automóvil.
A veces da la sensación que los que planifican algunas obras en nuestra ciudad, lo hacen desde los despachos sin pisar ni conocer la calle.