L’Hospitalet lleva años proponiéndose acercar el Rio Llobregat a la ciudad. Se han realizado esfuerzos para recuperar y dignificar el acceso al río Llobregat. La ciudad, ha pretendido facilitar que la ciudadanía se pueda acercar al rio a pie o en bicicleta, una actividad que cada vez practican más personas, y ahora con el confinamiento perimetral, sin poder salir del término municipal aun mucho más.
El camino provisional, medio escondido y limitado, que parte del Hospital de Bellvitge y que atraviesa importantes vías de comunicación, como la autovía C-31, está saturado de ciudadanos en bicicleta, paseando, o practicando footing, los fines de semana.
La mejora del camino que lleva al río está contemplada en la segunda fase del proyecto municipal de reforma de la Granvia, desde la plaza Europa hasta precisamente el Llobregat. Proyecto que en este momento se encuentra trabado en los juzgados.
El camino hacia el rio Llobregat es uno de los pocos espacios que tienen los ciudadanos de L’Hospitalet, uno de los municipios más densamente poblados de Europa, para acercarse a la naturaleza o para practicar deporte.
El camino está en un estado deplorable, mal cuidado, poco señalizado, y sin iluminación. En algunos puntos es tan estrecho que no pueden pasar dos personas a la vez. Además es peligroso porqué los vehículos pasan justo al lado del camino, a mucha velocidad.
Los días festivos son muchos los ciclistas o corredores que utilizan este camino. Muchos de ellos lamentan la deficiente señalización, la falta de iluminación o las trabas que encuentran a lo largo del recorrido.
Desde el hospital de Bellvitge, que es donde empieza el recorrido, hasta el rio hay un kilómetro, un espacio que bien arreglado, con arbolado, limpio y cuidado sería magnífico para use y disfrute de los vecinos y vecinas de la ciudad.