El barrio de Collblanc y La Torrassa se encuentra en la frontera con Barcelona, y en la Riera Blanca se materializa la frontera de las dos ciudades, la acera de una ciudad y otra en una misma calle.
Un barrio con historia. Su desarrollo urbanístico se produce principalmente en los inicios del S. XX. Pasando a ser la zona más poblada de la ciudad. En los años 20 y 30 del siglo pasado, el sindicato anarquista de la CNT agrupó a muchísimos seguidores en el barrio. Y después de la guerra civil, militantes de este sindicato encontraron refugio, y anonimato.
El mercado es punto obligatorio de visita, es un placer dar una vuelta por su interior y disfrutar de sus verduras, frutas, pescados…. expuestos por los paradistas. Y en el exterior pequeñas paradas nos ofrecen todo tipo de productos.
La Plaza Espanyola, ha sido siempre el punto neurálgico del barrio. En las décadas de los 40, 50, y 60 se montaba el magnífico envelat de Festa Major.
Todo cambia, el mundo va deprisa, pero dando una vuelta tranquila por Collblanc-La Torrassa y observando los edificios, podremos viajar en el tiempo cuando quizás todo iba un poco más despacio.