Como lo podemos conseguir, concienciar a aquellos vecinos de L’Hospitalet, que dejan la porquería donde les da la gana, en no hacer en la calle lo que no hacen en su casa.
Son una minoría, pero esta minoría ensucia mucho más que toda la mayoría restante.
Si la ciudad está limpia, conseguiremos sentirnos más orgullosos de vivir en L’Hospitalet. Las quejas son constantes, las campañas institucionales a la minoría les entra por una oreja y les sale por la otra.
Sin dejar de hacer pedagogía que es muy importante, hay que sancionar, no hay más remedio. Quizás no hace falta que sean sanciones económicas si no trabajos con la comunidad. Pero algo habrá que hacer.
Imágenes del Parque de Can Cluset y de la calle Ingeniero Moncunill, este fin de semana publicadas en el grupo de Facebook L’Hospitalet Barrios Unidos
