Cansados es poco, ya no pueden más. Cunde el desánimo entre los voluntarios y directivos que gestionan la U.D. Gornal, club de fútbol del barrio que lleva el mismo nombre.
El Covid-19, ya fue un duro golpe para los clubs modestos. Volver a arrancar ha supuesto un gran esfuerzo. Hay ganas; pero hay que superar todas las circunstancias del nuevo periodo de post-confinamiento. El Gornal en un barrio humilde y con muchas familias en situación vulnerable, gestionar un club no es tarea fácil.
En pocas semanas les han entrado a robar cuatro veces. Ya no pueden dejar nada dentro, ni las camisetas, ni nada se lo tienen que llevar todo a casa. Revientan las puertas y producen destrozos.
También denuncian que en muchas ocasiones, personas externas al club rompen la valla de protección del campo y entran a jugar causando destrozos en las instalaciones