En este buen reportaje del canal lhdigital, se refleja muy bien lo que ha supuesto para el comercio pequeño la dura crisis del covid-19.
Casi una decena de comercios del barrio Collblanc- La Torrassa han decidido cerrar definitivamente a consecuencia de la crisis del coronavirus. La incertidumbre económica, la carencia de ayudas para hacer frente a los gastos y una notable reducción del consumo son algunas de las causas.
La Asociación de Comerciantes ya ha avanzado que la lista de tiendas que desaparecerán se podría alargar todavía más en los próximos meses.
Sandra Escobar envuelve los trofeos que no ha podido vender a tiempo para dejar vacías las estanterías del negocio que heredó de su padre. Cuando se jubiló le tomó el relevo sin pensárselo dos veces y cinco años más tarde se ha visto obligada a abandonar.
Tenía clientes fijos que le encargaban medallas y trofeos todos los años pero ahora se han dejado de hacer competiciones deportivas y tampoco se sabe cuándo se retomarán.
«Los 600 euros que recibe como prestación por cese de la actividad me llegan solo para pagar el alquiler y algún gasto más. Me he gastado los ahorros que tenía durante los meses de confinamiento y me angustia la idea de acabar endeudándome. Pienso que la decisión que he tomado de cerrar es un acto de valentía«, explica Sandra mientras cierra las cajas llenas de facturas.
Uno de los clientes de Sandra era un club de artes marciales muy cerca de su local. José Silva abrió ahora hace dos años y medio junto con dos socios más y tenía tres empleados más hasta que llegó la crisis del coronavirus. Ahora está él solo dando clases a los pocos clientes que han decidido inscribirse y no ha dejado de pagar los 1.100 euros de alquiler a pesar de que la prestación que recibe es de tan solo 900 euros. Este mes se le acaba y no sabe si podrá continuar con el negocio.
«El curso pasado tenía 100 alumnos inscritos y ahora solo tengo 24. Aquí seguimos medidas de higiene y entrenamos con mascarilla pero continúa habiendo demasiado miedo al contagio. Los que cada año apuntan sus hijos tampoco han querido continuar«, apunta José Silva.
Según la Asociación de Comerciantes de Collblanc- La Torrassa han cerrado 8 comercios en el barrio desde el inicio de la pandemia. Algunos eran negocios con mucha trayectoria y otros acababan de empezar. El presidente de la entidad, Pepe Reina, ya ha avanzado que en los próximos meses la situación se podría agraviar.
«Pedimos al Ayuntamiento que negociara con los propietarios de los locales una rebaja de los alquileres y no se ha hecho ninguna mediación», ha explicado Pepe Reina.
El presidente de la Asociación también ha remarcado que «la gente ha contenido mucho el gasto y muchas de las compras se han hecho a través de internet». Por eso ha pedido a los vecinos «que sean más conscientes de la importancia de contribuir con el comercio de proximidad».
FOTOGRAFÍA: MONTSERRAT GARCÍA BALAGUÉ
