El gobierno del Ayuntamiento de Barcelona ha rebajado el 75% de las tasas de terraza que se ha facilitado a los bares y restaurantes de toda la ciudad.
En este caso afecta al total del canon de actividad temporal, de manera que la suma es mucho más importante. Se amplían excepcionalmente las dimensiones de las terrazas de manera que se mantenga la distancia de seguridad por el covid-19, pero los recintos cuenten con su aforo previsto de 30 mesas y 120 sillas. También se podrá desarrollar la actividad de hamacas y parasoles en la arena.
Tras un acuerdo de última hora el sábado por la noche, entre los operadores de los chiringuitos y el ayuntamiento se posibilita su apertura a partir de hoy lunes.
Quienes tuvieran ya montada la estructura antes de declararse el Estado de Alarma podrán abrir en los próximos días.
En total, este verano funcionarán 11 de los 15 chiringuitos, ya que cuatro descartaron hacerlo ya hace unos meses al no estar de acuerdo con las condiciones municipales y no poder rentabilizar las inversiones necesarias.
Si los chiringuitos no hubieran abierto, no solo se habría dejado sin oferta legal de bebidas y comida a los bañistas, sino que también habría potenciado la venta ambulante ilegal de estos productos, que ya ha crecido sin tregua en los últimos veranos, pese a sus riesgos sanitarios. También se habrían perdido los cientos de puestos de trabajo que este sector genera cada año.
Algunos chiringuitos que ya montaron su instalación a principios de marzo podrían abrir, pues, a partir de hoy lunes. Sin embargo, los preparativos les llevarán a hacerlo posiblemente el próximo fin de semana, coincidiendo con la segunda Pascua.
